“Todo está vivo a pesar del dolor si me sonreís”.
El amor es así, te sostiene, te hamaca, te susurra, te contiene, te lleva hacia no se donde, sólo sabes que es un lugar anhelado en tus sueños, en tus más internas fantasías.
Mi dolor se alivia, desvaneciéndose mientras contemplo la sabia naturaleza de tus ojos.
A veces me pierdo en los instantes vacíos, oscuros y no dichosos para nadie, pero siempre estás ahí, tomándome la mano y recordándome que el mundo todavía gira frente a mí sin verlo, pero sólo el eco de tu voz hace despertarme de esta trágica tormenta de lágrimas cayendo de mis ojos.
Tus ojos son mi espejo, y se que en algún lugar de mi alma me represento como quien quiero ser. Ser y querer ser me perturbo la cabeza durante años, pero cuando te vi, supe donde quería estar. Y juro que allí estoy.
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