sábado, 1 de diciembre de 2012

El amor es capaz de sostener hasta el mismisimo infierno. No te dejes morir antes que tu corazón deje de latir. Lucha por todo y por todos a cada instante. No pares a preguntarte porqué, sólo levantate y sigue. Es así la vida, un círculo interminable, un ciclo inconcluso, una respuesta no personalizada, un imán de emociones.

La lluvia cae a metros de mi corazón, ¿es así cuando tu alma llora?.
Se siente caer como esa gota que se estrella contra el suelo y dispersa rocio. Se siente como pisar ese charco que te empapa haciendo que camines más pesado. Así funciona el corazón, como una lluvia inexplicable y tibia de verano.
¿Realmente puedes ver más allaá de esas gotas sin detenerte sólo en una?.


Cuando llega la maldita noche la mente estalla diciendo que eso que ves tan real tan cierto en realidad no te esta mirando. Que estiraste las manos demasiado lejos pero eso no alcanzo para rozar sus dedos. Que aun violentando la cabeza no llegaste a sus besos y mucho menos a su corazón. Que no podés meterte en sus suspiros porque solo sos un imán que se pega cuando sólo lo necesita. Que por más que pateaste no pudiste entrar en su cabeza y tampoco encontraste sus recuerdos para poder incluirte en ellos. Sentir en exceso y que el otro no sienta nada.
Cuando llega la maldita noche sólo pertenezco a esa estrategia que no me involucra en tus momentos. Cuando llega la maldita noche lo único que me importa es pensar en vos.
Y cuando llega la mañana, borro mis nostalgias y te meto en ese cofre para que no puedas volver a salir nunca más. Sólo sos ese pie, al que quiero pisar, esa suerte que quiero quemar, ese maletín repleto para tirar.