viernes, 28 de enero de 2011

Un simple adiós

El dolor desprende soledad,este adiós marchita esperanza. Sin tregua ya no queda nada.
Miles de veces soñé con estirar mi mano hacia arriba y que tan simplemente pudiese llegar a las tuyas, y así tomarla, tomarla por un par de horas largas, hasta sacarte después de un suspiro una dulce sonrisa.
¿Qué debo escribir cuándo me resulta tan complicado expresar lo que hoy estoy sintiendo?.
Tengo ganas de llorar y gritar que mi corazón se está partiendo, partiendo en mil pedazos y la agonía se hace inestable por momentos. Se cortó mi respiración. Vuelvo a escribir después de una hora de anestesia. Recuerdo las mentiras en mis propios ojos. Se corta por segunda vez mi respiración. Paranoia interminable que perturba mi salud mental.
Retomo mi teclado y vuelvo a escribirte aunque quizás jamás lo vayas a leer.
Cuando algo duele por dentro, ese dolor se vuelve continuo, como un círculo vicioso al cual no quisiera permanecer, pero permanezco y pertenezco sin querer.Quizás nadie entienda mi dolor, quizás ni siquieras vos lo comprendas, de hecho no lo comprendés. Pero todo gira, y todo llega y todo vuelve. Y mi ingenua torpeza de quererte tanto se transformara en un simple adiós.

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