Me voy sin irme, vuelvo sin volver. Que paradoja incesante recorre en mis pies.
Vendo mis alas, me cansé de volar, de volar hasta ahí y no recibir nada a cambio.
Me cansé de correr, porque me fastidié de encontrarte en cada rincón.
No puedo soñar, porque soñar es un descaro del alma ausente. que se perpetua en mis visiones arrogantes y cotidianas.
Quisiera no poder intentar ver aquello insisto ver y que esta intercepto por algún lugar.
No tengo ni idea de mis pensamientos. No tengo ni idea de la idea que me llevó a hallarte.
“La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia”
ResponderEliminarQue bellas palabras exhibes..." Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro" ¿y cuándo llegará eso? Fue un placer leerte. Que sea muy feliz, señorita. Saludos Cordiales.
ResponderEliminar"No tengo ni idea de la idea que me llevó a hallarte."
ResponderEliminarQue lo parió...¿¿¿Cómo lo hacés???