miércoles, 7 de noviembre de 2012

Más de una vez publiqué un párrafo de un texto de Sábato que escribió acerca de la realidad del mundo de hoy. Dice así: "La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia”.
Cuántas cosas en un solo

pedazo de oración. ¿ A cuántos kilómetros estamos de acercarnos al dolor ajeno?. ¿Cuántas veces lastimamos a la gente sin descaro alguno y no nos hacemos cargo del dolor que ocacionamos, de esa herida que abrimos?. ¿Por qué muchas veces decimos: pensar antes de actuar y nunca lo hacemos?. ¿Por qué es más fácil ensuciarse de dolor que de amor?. ¿Y porqué en vez de pensar antes de actuar no sentimos un poco?.
Es muy fácil después de herir querer lavarse las manos, querer mentir para hacernos menos responsables y de alguna manera responsabilizar al otro en vez de a uno mismo. Ese maldito pero que nos agobia el corazón mientras que apedriamos la cabeza del otro. Igual que el todo vuelve: ¿que es lo que vuelve?, ¿por qué ese pensamiento egoista de desearle al otro que le vuelva su propio mal?. El que escupe para arriba recibe doble luego en su cráneo y seguimos cayendo en el mismo juego: maldad inconscientemente consciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario