A veces sospecho que el tiempo sólo viene a malgastar mis heridas, apedrearme el autoestima y mutilar mis ilusiones. Sospecho que hay banco en las suplencias cuando se trata de los corazones. Sospecho que el viento se llevó mi cordura, dejó mis penumbras y marchito mis inmventos. Sólo dejó un triste lamento que al acostarse la luna el sol vendría a arrebatar mis sueños.
De lo que no sospecho es de mi fiel ingenuidad que se roba el viento, el tiempo, los sueños cuando suelo despertar.
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