A veces pienso que el cielo tiene un papel en sus cicatrices a la cual llamamos nubes por eso a veces se nubla. Que
en sus extravismos al pasar sólo deja palabras que nadie sabe escuchar y el que las escucha
no las puede transmitir y el que puede transmitir simplemente se muere de dolor.
Si en ese encuentro de lágrimas la transmisión son mis ojos debo decir que no estoy tan loca al meterme abajo de él
pensando que es mi refugio, mis resguardo, porque sano mi dolor al mismo tiempo que advierto una sonrisa.
No pases tan de prisa en mis sueños porque necesito tocarte para curar mi desvelo, porque los segundos se marchitan si se aisla
mi eterno enmudecer de silencios. Sólo es un rato nomás lo que sacude mis nervios.
Mi reloj, mi reloj se quedo sin esas cosas que marcan un destino, una
hora exacta que sólo el viento y el hombre nos hace reconocer.
Pero
yo, yo no tengo rumbo, no tengo hora, no tengo segundos. Sólo un inmenso
mar de dudas en mi jodido cerebro que me pertenecen y me desmerecen
como hojas cayendo.
Perdí mis moléculas en el mismo momento que
perdí mis encierros..mis atómos ya no forman este cuerpo, a mi cuerpo lo
forman mis sueños.
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