El mundo se posó en mis pies y juro fue sin querer que lo dejé caer.
No quise su estallido en mis oidos, no quise sus partes romper, pero
las estrellas a veces brillan al reves, hay cosas que los ojos no me
permiten ver.
Perdón por no girar
mis sentidos, perdón por no sentir ese abismo que te abruma que te
destroza y amordaza tus latidos. Yo sólo queria ese paso, ese paso que
me acercara hasta tus brazos, retorcer en pedazos esa distancia que
parece increiblemente inevitable hasta el punto de matarme, hasta el
punto de matarnos.
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