sábado, 2 de noviembre de 2013

El mundo se posó en mis pies y juro fue sin querer que lo dejé caer.
No quise su estallido en mis oidos, no quise sus partes romper, pero las estrellas a veces brillan al reves, hay cosas que los ojos no me permiten ver.
Perdón por no girar mis sentidos, perdón por no sentir ese abismo que te abruma que te destroza y amordaza tus latidos. Yo sólo queria ese paso, ese paso que me acercara hasta tus brazos, retorcer en pedazos esa distancia que parece increiblemente inevitable hasta el punto de matarme, hasta el punto de matarnos.


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