domingo, 10 de abril de 2011

Chau

Maldita sea yo porque permití sofocar mis ilusiones hasta llegar a este estado donde ya no puedo llorar, ni sonreír, ni sentir… Esta carne en la que estoy sólo me sirve para formar un cuerpo y no puedo pretender iniciar un nuevo rumbo porque ya he perdido la realidad de mi pasado. Y allí me quedé sentada, esperando, mirando hacia arriba y deseando volverte a ver, y de esa manera, volver a sentir otra vez.
Pero ya no estas en mis brazos, ya no estás en mi cuerpo, pero si estás en mi corazón. Sólo tengo que hacerlo parar así dejas de existir.
Me voy, me voy no se adonde, ni se si voy a saberlo tampoco. Sólo se que ya no puedo más sentir este vacio conciente, que se hace inconsciente en mis sueños todos los días.
Me voy, con la intención de no volver nunca más, y si vuelvo, me encargaré de irme otra vez.
Gracias a todos los que alguna vez me leyeron. Gracias a todos los que me brindaron amor, tristeza, infelicidad, entusiasmo e incluso ganas de vivir. Pero esta vida ya me pesa mucho, y no hay psicólogo que lo remiende. Donde haya sonrisa, allí estaré.

2 comentarios:

  1. ¿Donde haya sonrisas?

    Bueno, no sé si sirva de mucho, pero yo, previniendo una situación como esta, había guardado en un frasquito unas cuantas de esas sonrisas. Debo tener por ahí también una cajita con abrazos, seguro la tengo, solo deja que me acuerde dónde, pasa que perdí un poco la razón a causa de tanta soledad y con mi razón,claro, se fue mi memoria, pero los tengo, ya mismo los encuentro y te los doy. Hay sonrisas, hay abrazos. Yo lo sé, vos también.

    ResponderEliminar