domingo, 7 de abril de 2013

Cuando ya no tengo ganas de seguir, cuando el tiempo se agota frente a mis ojos recuerdo como volar para encontrar mis sentidos. Porque mis sueños se van cayendo, mis esperanzas disminuyen y este tiempo ordinario lleno de desesperación y soledad siempre me llevan a vos. Y aparecés con tus dulces colores, tus dulces melodías, solo para que me trepe como un acróbata demente y me suba sin agonizar, sin despedirme de los pedazos de corazón barridos por tu soltura.


A veces es mejor perderse en los minutos, que los minutos se pierdan en uno mismo. Porque sólo hay una respuesta para cada pregunta, y hay un millón de dudas para cada respuesta. Es mejor aprender a volar.


 

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