Cuando salto hacia un costado siempre
encuentro a alguien extendiéndome la mano para tomarme. Cuando pienso
demasiado siempre encuentro una cabeza para que se rompa en la mía y
parar. Cuando marcho hacia atrás siempre encuentro un pie que me frena.
Cuando marcho hacia adelante siempre tengo unos brazos rodeándome el
cuerpo, abrazándome. Cuando caigo siempre me engancha una soga. Cuando
me levanto siempre encuentro un sol
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